DESDE EL INFIERNO


Imagen de 5933179 en Pixabay 




Escribo desde el infierno

desde los días vacíos

y las noches agrietadas.


Me queman los pies

me arden los brazos

tengo fuego en las piernas.


¡No! ¡No vengas a buscarme!

Mejor llama a la lluvia

y que apague este fuego.


Fuego desesperado,

Fuego destructor,

de vidas,

de alegría,

de atardeceres robados...

Fuego que desgarra,

Fuego que me mata por dentro.



Dedicado a todos los linfedemas, primarios y secundarios,

y de paso a los lipedemas.

Comentarios